Una (siempre) renovada forma de mirar, a través de los espacios temporales, compartiéndo la imaginación con los seres que forman parte y arte de mi vida... soñar despierto
La vida sin amor no tiene sentido
miércoles, 3 de marzo de 2010
Con-Secuencias
Es quizás, lo sorpresivamente emotivo y próximo a la ausencia lo que me ayuda a proyectar este vivo homenaje a la muerte de dos seres muy queridos, Chin y Naugj.
Ellos son el equilibrio y la magia donde fundamento todas la energías para concebir el conjunto de la obra, que a partir de un total de más de 1000 secuencias he resumido en CON-SECUENCIAS (febrero 1988-agosto 1990) en forma de síntesis, encierra un ciclo muy importante de mi vida que recorre las vivencias de tres años. Un tiempo cargado de aproximaciones al dolor y a la meditación dirigidas a mi interior. Proceso de vértigo en un abismo del que constantemente intento escapar, buscando un equilibrio que me permita encausar mis descontrolados instintos cerebrales victimas del desamor. Compas de espera que reconstruye ciertas anotaciones biográficas de un azaroso tiempo entre la cordura y la locura.
FRAGMENTOS DEL TEXTO DE RAFAEL DOCTOR RONCERO
¿Qué no es consecuencia?
Si el tiempo no es uno y el uno no existe, quizás solo nos queden consecuencias. Las fotografías de Luis Pérez-Mínguez se presentan anti unitarias, desequilibradas, fragmentadas,… pretendiendo no sentirse aferradas a la implacable mirada lineal que impone el elemento fotográfico con el que trabaja. La libertad no cesa de mostrarse en los espacios de contemplación de Luis, lugares donde uno no es capaz más que de partirse, descomponerse porque quiere participar de ello. Así tanto el paisaje, como la memoria parecen representados como universos inabarcables, todo es posible en su siempre peculiar belleza.
Contemplar las fotografías, la pinturas, las continuas intervenciones de Luis Pérez-Mínguez me descubre siempre las posibilidades que tiene no la fotografía sino la vida. Con la obsesión de aferrarse a tanto y mirar tantas cosas desde tantos sitios, parece que el autor quiere hacer suyo lo que ahora aparentemente pertenece a la mirada.
Todo se mueve como los astros, en consonancia, en caos, en absoluta consecuencia.
El hombre compartido
Aunque sea mi espalda,
yo estoy vivo.
con corazón me dirijo
al agua donde naci
y que ahora mía
mi espalda
la guarda ella
Yo tengo manos
¿y tu?
Mis manos son de piedra,
pero aunque lo sean
yo sigo agarrando
mis tubos de plástico fino
con los que trabajan mis manos
para ser felices
Manuel Pérez- Minguez (10 años – 1990)
Retrato de L.P.M. 6PM
El mar y el sol en su cénit
alguien se sumerge y al salir
ya es un ciclope, un tritón
con periscopio que viene a realizar
un máster del lenguaje visual en la Atlántida
¿Cómo retratar a alguien?
solamente confirmando, afirmando
que el retrato de un hombre no es
sino la piel de su destino contenida
en ese cuerpo, su sueño más intimo,
lo que puede compartir único,
suyo y de todos
El metal, el mar que vuelve
a contarnos como somos ahora que
el lenguaje de las olas nos es
familiar, lo profundo
Quico Buendía - Madrid 27/10/1990
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